lunes, 28 de febrero de 2011

s


En los primeros meses de 1947 tuvieron lugar movimientos reivindicativos en varias empresas metalúrgicas de Madrid, en fábricas textiles de Cataluña, en Guipúzcoa y en otros lugares.
La agitación obrera era particularmente intensa en los grandes centros de la industria pesada de Vizcaya, donde se desarrollaron varias huelgas parciales y plantes. Los pacientes esfuerzos del Partido Comunista facilitaron la coincidencia del conjunto de las fuerzas antifranquistas de Euzkadi, gracias a la cual fue posible la huelga general del Primero de Mayo de 1947 en Bilbao.

La huelga fue un éxito rotundo. En ella participaron más de 50.000 trabajadores. Fue la primera gran acción de masas del proletariado después de la implantación del fascismo en España.
La huelga de Bilbao confirmó las reiteradas declaraciones del Partido Comunista de que, pese al terror fascista, la clase obrera, el pueblo, podían luchar. La acción de los obreros vizcaínos, que se extendía a algunos sitios de Guipúzcoa y levantó el entusiasmo de los trabajadores y demócratas en toda España, tuvo un carácter esencialmente político y sembró el pánico en las esferas gobernantes. Era una prueba fehaciente de que por el camino de la unidad y de la lucha se podía acabar con la dictadura


1951 es el año de las grandes movilizaciones obreras en España. También en Pamplona se produce una importante huelga general que paraliza completamente la vida de la ciudad durante cuatro días y que genera serios disturbios, en el transcurso de los cuales tienen lugar duros enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden público.
 Propició el despertar del movimiento obrero navarro tras el largo paréntesis que había supuesto la Guerra Civil y los años cuarenta y que además significó una gran sorpresa para todos, incluidos Gobierno y sindicatos, ya que nadie esperaba que en Navarra y en aquellos años se pudiera producir una protesta de tal magnitud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario